Claramente este es un temazo que suele creerse muy simple. Casi todos tendemos a definir autoestima como la capacidad de quererse a uno mismo, suena facil... Pero la verdad es que autoestima es mucho más que eso, no es solo quererse, es además conocerse, valorarse explotar lo bueno y lo malo, es realmente difícil.
Una de las primeras tareas para ver como anda tu autoestima es conocerse a si mismo. Para ello sólo debes responder la pregunta ¿quién soy? Hay muchas maneras de responder esto, la gran mayoría comienza por decir a que se dedican, por ejemplo: "soy un estudiante de tantos años de edad..." O "soy madre de tantos hijos..." No digo que esté mal, pero tampoco es la mejor respuesta de todas, siguiendo el primer ejemplo, cualquier persona que responda "soy un estudiante" es muy suceptible a ello, demuestra que en ese momento lo más importante son los estudios, lo cual está bien, pero no es lo único. Nadie es lo que hace, si te dejas llevar por eso cada éxito o fracaso en tu area va a implicar un fuerte golpe a tu autoestima y eso solo te llevará a tristezas y autodestrucción. Todo ser humano es una vida llena de emociones, sueños, tristezas, promesas cumplidas e incumplidas. Del momento en que te defines como aquello que tu corazón siente, eres un ser único y bello, que se ama y es amado por sus valores, independiente de su desempeño en un área específica.
Una vez que logres definir quien eres en verdad, todo es más sencillo. Busca las cosas que te gustan de ti, ya sea físico o sicológico y explótalo al máximo, dedícate más seguido a ello y evalúa como esa cualidad puede ayudarte a conseguir lo que deseas ser o tener. Lo otro que debes hacer es ver que tanto te cuidas a ti mismo, dificilmente podrás mejorar tus estudios si no estudias, o estar en forma si no haces ejercicio, pero mucho más dificil aun será si por ejemplo tienes distractores que no te dejan estudiar o consumes alimentos que son dañinos para tu organismo. Elimina todo lo que no es pro tus sueños. Tal como una pareja de enamorados dedica tiempo en hacer cosas por el otro, dedícate tiempo a ti mismo, come sano, haz ejercicio, medita, pasa menos tiempo en el computador. Si sientes que no tienes tiempo ve un paso a la vez, pero hazlo.
Otro paso importante es escuchar. Escucha a las personas que te rodean, no solo cuando se trate de ti, sino cuando se trate de ellos también, compare experiencias. Ayudar a otras personas libera señales químicas y eléctricas en nuestro cerebro que nos hace sentir tan bien como cuando comemos postres o ganamos un premio, ver a otros reír activa nuestras neuronas espejo y nos hace sentir bién aunque no sepamos por qué. Eso hará que al finalizar el día te sientas mucho más relajado y de mejor ánimo, te irás enamorando de ti mismo.
Por último, uno de los pilares para que esto funcione es: dejar las comparaciones a un lado. Preocúpate y ocúpate de ser mejor de lo que tú eras ayer cada día al levantarte, puede que muchos días fracases, pero sin duda irás mejorando. No importa que lo hagas más lento que tu compañero, vecino, colega, no importa que tengas las peores notas de tu grupo o que tu jefe ni siquiera sepa tu nombre. Lo importante es que sabes quien eres, sabes a donde vas, sabes lo bien que puedes hacer algunas cosas, sabes que ayer lograste cumplir tu meta, que hiciste reír a varias personas, sabes todo lo que vales y eso lo adoras.